La lactancia es la situación de alimentación más temprana, profunda y compleja. El bebe comienza a conectarse con el mundo por medio de esta experiencia de alimentación. Podemos hablar de experiencia porque, cuando un adulto alimenta al bebe, no solo le está proporcionando el alimento concreto, sino que esta nutriendo al niño emocional, cultural y socialmente.
Winnicott (célebre pediatra, psiquiatra y psicoanalista inglés) se refiere a la experiencia de la lactancia diciendo que es una experiencia total en la que el niño no responde a la oferta de ser alimentado en el acto reflejo, sino que, en esta experiencia vincular, el bebe se está alimentando, destacando su co participación activa en la incorporación del mundo que entra en su cuerpo junto con la leche.
Esto nos lleva a afirmar que el niño incorpora no sólo con la boca sino con las manos y con la piel sensible del rostro. La experiencia imaginativa de la lactancia es mucho más amplia que la experiencia física pura.
En contraposición a esta experiencia de alimentación, nos encontramos con el acto mecánico de proporcionar alimento al niño de manera de satisfacer el apetito; si bien es posible que el niño necesite y pida que alguien le brinde alimento, y así satisfacer el hambre desde una necesidad biológica, su búsqueda está orientada hacia el otro humano que le proporcionará, junto con el alimento, las referencias que lo harán sentirse persona en esa relación vincular; si la alimentación del bebe se pierde en la manera mecánica de hacerlo, con el único fin de satisfacer la necesidad fisiológica, está experiencia lejos de constituirse como enriquecedora para el niño, interrumpe su sentido de continuar siendo.
Para el niño pequeño, ese estar siendo, representa las bases de la construcción de la subjetividad, ya que, si el otro a quien dirige su demanda reconoce en él otro humano, podrá sentirse respetado y valorado en su iniciativa, sentirá que él se esta alimentado y desde ese lugar protagónico recibirá y aceptará el alimento.
Winnicott afirma, hay un montón de cosas que un bebe hace mientras mama que nos parecen sin sentido, porque no contribuyen a que gane peso. Afirmo que son precisamente estas cosas las que nos aseguran que se está alimentando y no meramente es alimentado; que vive una vida y no responde simplemente a los estímulos que le ofrecemos.
E primer momento de la alimentación (ya sea pecho o biberón) es la situación por excelencia, en la que se pone en juego la organización del vínculo. Según muchas investigaciones que se basaron en la observación de lactantes en el momento de la lactancia, tanto el bebe como la mamá se adaptan mutuamente, siguiendo un ritmo de acercamiento recíproco y luego de retirada.
Se estimulan recíprocamente en un juego que sigue una curva ascendente, luego se calman y por último se distancian.
A partir de ese movimiento, en ese vaivén, cada uno anticipa los movimientos del otro, y ambos ponen su espontaneidad en juego para lograr una armonía que permita sobrellevar, incluso, algunos desencuentros.
Ofrecer el pecho o el biberón no es lo mismo que darlo, el adulto ofrece y el bebe deberá poner en juego sus capacidades para tomar o no lo ofrecido. La lactancia es una experiencia entre una madre proveedora de alimentos, nutrientes y un bebe necesitado de incorporar las características de ese alimento (leche materna) en sustancias de su propio cuerpo.
Es pertinente señalar y reforzar la idea de que, si bien en la lactancia el bebe depende del adulto, no debe confundirse dependencia con pasividad, porque el bebe tiene una participación activa en ese acontecimiento.