La leche materna es un alimento en constante transformación que se adecua a las necesidades del bebe y a su edad.
Su composición no es siempre la misma. La cantidad de proteínas, grasas, azúcares y otros componentes cambia. Si el bebe nace prematuramente, la leche que la mamá produce es diferente de la que producirá tras nueve meses de embarazo, e incluso es diferente de la que producirá meses después. Las madres producen la leche que es conveniente para las necesidades de su hijo.
La primera leche se llama calostro; tiene un aspecto amarillento y cremoso. Solo se produce una pequeña cantidad, pero es exactamente la que se necesita, y no es necesaria complementarla con nada más. El calostro posee un alto contenido en proteínas, que previene las infecciones. También actúa como laxante, para ayudar al bebe a evacuar el grueso y negro meconio.
Durante los dos o tres primeros días la leche cambiará gradualmente de calostro a leche madura. Esta última, a diferencia del calostro, que es amarillo, es mas espesa. Algunas mamas se inquietan por el hecho de que su leche no es lo suficientemente espesa para satisfacer a su bebe. Hay que tener en cuenta que es lo que tu bebe necesita durante los seis meses siguientes; normalmente, no se necesita ni jugos, ni agua ni otros preparados artificiales.
La composición de la leche se modifica cada vez que das el pecho. La leche que tu bebe ingiere al final de la toma es diferente que la del principio. Cuando comienzas a darle el pecho recibirá gran cantidad de leche de manera rápida. Esta leche recibe el nombre de primera leche y es rica en volumen y baja en grasas. Así que, aunque el bebe consuma rápidamente una cantidad grande, esa leche es baja en calorías, pero rica en proteínas y otros elementos que le ayudan a crecer y a prevenir las infecciones.
A medida que el bebe se alimenta, la composición de la leche se modifica. Después de unos minutos la cantidad disminuye. La mama sentirá que el bebe también disminuye el ritmo de succión. Durante este período, el bebe comienza a recibir lo que se denomina la leche última, mas baja en volumen pero mas rica en calorías. Es un cambio gradual que tiene lugar durante el tiempo que le das el pecho.
Debido a esta diferencia en la composición de la leche, es necesario que se produzca un equilibrio entre ambas, para que el bebe ingiera la suficiente cantidad de proteínas y calorías. Para que esto sucede, la mama debe permitirle al bebe estar en cada pecho hasta que el solito se separe.
La clave del equilibrio es dejar que acabe el primer pecho y luego ofrecerle el segundo. Cuando se separe del primer pecho, puedes incorporarlo y permitir que eructe. Luego ofrecerle el segundo pecho, aunque a veces el bebe se encuentra satisfecho solo con el primero. Si esto sucede, la próxima toma, comienza por ofrecerle el pecho que aun no ha tomado.
La mama debe tener en cuenta que no existe regla alguna que determine cuánto tiempo tiene que permanecer los bebes en cada toma. Los bebes recién nacido pueden tardar mas en la toma que cuando ya tienen algunos meses. Lo importante es NO MIRAR EL RELOJ para decir si el bebe ha tomado lo suficiente.
No intentes equilibrar tu misma los dos tipos de leche, no te obsesiones con ello. Tu bebe te dirá todo lo que debes saber. Lo importante es que no alteres el equilibrio limitando la frecuencia o la duración del tiempo de la alimetación.